Historia

Imagen de Desamparados

 

Desamparados es el cantón número 3 de la Provincia de San José, Costa Rica. Es uno de los cantones más poblados del Gran Área Metropolitana, y ha recibido un volumen considerable de inmigración desde el campo y otros países en años recientes.

Cuenta la historia que durante la época precolombina, el ahora cantón de Desamparados, estuvo habitado por indígenas del Reino Huetar de Occidente, bajo la autoridad del Cacique Garabito. Los primeros habitantes de Desamparados, fueron los mismos amerindios que poblaron Aserrí (el cacique de Accerrí era la cabeza de esas tierras).

En el sector de lo que es hoy la Villa Olímpica, se han encontrado restos de poblaciones indígenas, situación que demuestra la presencia indígena en Desamparados. La leyenda cuenta que estas tribus tenían a las amerindias más hermosas de la región.

Varios historiadores relatan que cuando se trasladó Garcimuñoz a Cartago, los primeros españoles pasaron el Gran Valle Central y al recorrer el territorio entre los ríos Damas y Tiribí, lo que es hoy San Antonio y Patarrá, encontraron un clima tan especial que muchos decidieron habitar el lugar y otros se devolvieron después de fundar Cartago.

Durante la colonia a esta región se le conocía como los Valles de Aserrí, que era un pequeño territorio al sur del río Tiribí hasta las faldas del cerro Tablazo, Aserrí y Alajuelita, regado por los ríos Damas, Jorco, Cucubres, Cañas y Poás.

La colonia ubicada en lo que es hoy San Antonio, el Cerro Salitral y las montañas de San Juan de Dios, estaba rodeada de flora y fauna abundante, otorgándole a la zona un clima fresco durante todo el año,

En tiempos de la colonia no se hablaba de Desamparados sino de Patarrá, se cree que tal vez por la presencia del árbol de Putarrá.

A inicios del año 1600 los españoles empiezan a sembrar y a tener ganado, a la vez que la población de Cartago aumenta, es así como inician las emigraciones de El Guarco hacia el Gran Valle Central. Se empieza a dar vida a pequeños poblados que se fundan alrededor de templos religiosos y es así como nacen ciudades como Heredia, San José y Alajuela.

A partir del siglo XVIII llegaron muchos habitantes que buscaban un lugar que les diera tierra fértil para sus cultivos y es como nace Desamparados, que estaba rodeado de los ríos Damas, Tiribí y Cucubres y tenía las pequeñas lomas de Salitral y San Antonio.

Esos primeros pobladores ubicaron sus casas en el camino que unía San José con Aserrí, separando sus propiedades con cercas hechas de piedras o árboles, de ahí que la región fuera conocida primeramente como Dos Cercas.

Dos Cercas era un distrito de San José, con los siguientes barrios: Patarrá, Salitral (San Antonio), San Felipe (San Miguel), Palo Grande (San Rafael) y El Molino (San Juan de Dios).

El origen del nombre del cantón se remonta a 1821 con la erección de la ermita dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados, el Padre Esquivel, Cura Párroco de San José la bendijo y le regaló una pequeña imagen de Nuestra Señora de los Desamparados. Pocos años después aparece esta denominación en los documentos oficiales de la época; la cual se le otorgó a la villa cuando se estableció, y por consiguiente se conservó al crearse el cantón.

El 22 de octubre de 1824, los vecinos firmaron una declaración jurada para poner el pequeño caserío bajo la advocación de la Virgen y al año siguiente, se fundó la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados; ello dio motivo a que lentamente se fuera llamando a Dos Cercas como Pueblo de los Desamparados y posteriormente Desamparados, nombre que perdura hasta la actualidad.

El primer Cura Párroco que se nombró fue el presbítero Juan Rafael Reyes Frutos, quien llegó a principios de 1826, realizando el primer matrimonio de la parroquia el 1 de marzo de ese año, siendo los contrayentes Ciriaco Bermúdez y Agueda Meléndez. El Padre Reyes fue Diputado al Congreso y Párroco por dos veces.

En 1836 Desamparados tenía más de 1200 habitantes y en 1854, contaba con dos alcaldes constitucionales que impartían justicia y labor policial, más un Tesorero para administrar fondos comunales.

El 4 de julio de 1855, bajo la administración de Juan Rafael Mora Porras, mediante la Ley No 20, Desamparados se erigió como Villa.

En ese entonces la Provincia de San José tenía a San José como ciudad capital, y dos villas: Escazú y Desamparados, los demás eran pueblos, de tal manera que ser Villa ya era un privilegio de pocos. Otro detalle fue que muchas de sus familias salieron de la Villa para fundar caseríos hacia el Sur, que luego se convirtieron en cantones, como Dota en la Zona de los Santos, Alajuelita y Pérez Zeledón. Esto le valió a Desamparados ser llamado “Madre de Pueblos”.

El cantón se constituyó el 4 de noviembre de 1862, por medio de la Ley de Ordenanzas Municipales; pero siguió bajo la administración de la Municipalidad de San José.

Declarado cantón, sus habitantes lucharon por la autonomía plena e independencia de San José, y fue así como en el año de 1870 se formó un cabildo integrado por los señores Jesús Ureña, Leo Madrigal y Nicanor Garbanzo, quienes se interesaron en primer término por la educación de sus hijos y contrataron a un maestro selecto, de grandes cualidades intelectuales y morales: Pío Víquez, que mucho hizo por la educación de niños y niñas desamparadeños.

Fue entonces como Pío Víquez junto a estos notables concejales y con la ayuda del ilustre Francisco Núñez, se convirtieron en los precursores de la Municipalidad de 1876.

La autonomía plena la llegó a obtener el cantón por Ley No 53 de 23 de diciembre de 1876, mediante la cual se elige una Municipalidad de tres regidores, con las cualidades de Presidente, Vicepresidente y Vocal además de un Secretario. Esta Municipalidad inició labores un primero de enero de 1877, integrada por:

  1. Mariano Monge Guillén (Presidente).
  2. Juan Monge Guillén (Vicepresidente).
  3. Juan Monge Reyes (Vocal).
  4. Juan Monge López (Secretario).

Esta fue la "Municipalidad de los Monges", cuyos antecesores vinieron de Cartago y se instalaron en Patarrá, además ejercía su jurisdicción en un amplio territorio que consistía en los hoy cantones Curridabat, Desamparados, Aserrí, Acosta, León Cortés, Tarrazú, Dota y Pérez Zeledón. Desde Desamparados se nombraban los maestros y se conseguían las casas para que las habitaran, mientras impartían lecciones, por eso se dice que fue la primera Municipalidad que, con base en los proyectos y realizaciones de sus antecesores, llegó a convertirse en una de las mejores del país, dando gran impulso a la educación e infraestructura del inmenso cantón.

El 8 de agosto de 1880, se inauguró en Desamparados, un Centro de Enseñanza Primaria Superior, destinado a la preparación de maestros, con el nombre de Escuela Normal de Desamparados, financiada por la incipiente Municipalidad local, que ya daba muestras de organización y desarrollo de la educación pública.

En 1881, nació Joaquín García Monge, hijo de Joaquín García, un maestro cartaginés que fue traído a Desamparados, por Mariano Monge Guillén, acaudalado finquero desamparadeño que quiso educar a sus hijas. Una de estas, Luisa Monge Guerrero, se casó con su maestro y así nació Joaquín García Monge, quien quedó huérfano en los primeros años de vida. Joaquín aprendió a leer en la Escuela construida por el Padre Reyes, hoy convertida en el Centro Cultural Joaquín García Monge y luego se internó en el Liceo de Costa Rica, en donde sacó el sexto grado y el bachiller, para recibir una beca e ir a estudiar pedagogía en Chile. Con apenas 17 años de edad, escribió su novelita de costumbres el “Moto”, que lo catapultó como hombre de letras, sobresaliendo por su enorme trabajo de editor y periodista.

El primer edificio escolar mixto se creó en 1894 con el nombre de Escuela Mixta de Desamparados, posteriormente se le asignó el nombre de Escuela Joaquín García Monge, en homenaje a este ilustre hijo del Cantón. Para esta obra, puso gran empeño Francisco María Núñez, gran impulsor de la educación y otros asuntos de interés público. En marzo de 1953, se creó el Colegio Técnico Vocacional Monseñor Sanabria Martínez fundado por el Pbro. Padre Delio Arguedas Argüello.

La importancia de la ciudad de Desamparados fue reconocida no solo a nivel nacional, sino mundial, producto del aporte de hombres y mujeres de gran valía que le dieron prestigio, especialmente en el campo de la educación, arte y cultura, amén de su gran belleza geográfica. Sobresalió por su ambiente de paz y tranquilidad, y su origen campesino. A pesar de estar a tan solo siete kilómetros de la ciudad capital, dio un gran aporte para la formación de esa democracia rural que caracterizó al pueblo costarricense y que a través de los años nos ha llenado de ese aire civilista que nos diferencia del resto de países centroamericanos.